Historia

El Real Colegio de los ingleses de San Albano en Valladolid tiene una larga y digna historia.

La sangrienta persecución de los católicos que comenzó durante el reinado de Isabel I en el siglo XVI hizo que la formación de sacerdotes en Inglaterra fuera una tarea imposible. Por ello, la Iglesia buscó la complicidad de los países europeos para que les ayudaran a mantener viva la fe y el Cardenal William Allen estableció el Colegio de los ingleses en Douai, Francia, bajo la protección del rey Felipe II de España en 1568.

En 1588, el mismo año que la Armada Invencible partió hacia Inglaterra con la esperanza de restaurar el catolicismo en Inglaterra, los diarios de Douai nos dicen que tres estudiantes se fueron a España con la intención de fundar un nuevo colegio. Se unieron a un pequeño grupo de sacerdotes y otros simpatizantes en Valladolid, pero el ambiente de sospecha que prevalecía en esta ciudad hacia los extranjeros hizo que fueran arrestados al poco tiempo de llegar.

Al año siguiente, el padre jesuita Robert Persons, figura clave del movimiento que buscaba devolver Inglaterra a la fe católica, se entrevista con Felipe II para solicitar ayuda para establecer seminarios y formar sacerdotes que trabajarían en Inglaterra. El encuentro fue cordial y el rey le dio un documento, que aún perdura, en el que le permite pedir fondos a las autoridades de Valladolid.

Esto apaciguó los ánimos de la ciudad y los sacerdotes y estudiantes fueron puestos en libertad bajo la custodia del Padre Persons, y así encontraron alojamiento en el ático de una casa cerca del convento de Santa Clara. En 1589 el Real y Pontificio Colegio de los ingleses de San Albano fue fundado. El Padre Persons alquiló la casa en el lugar que hoy ocupan la nueva biblioteca y el teatro del colegio, pero se quejaba de que el rey solo le había dado “100 coronas”.

El Padre Persons hablaba de “reunir a estos jóvenes ingleses en ese lugar y mantenerlos hasta que los tiempos cambiaran y asomaran nuevas oportunidades para poder continuar su viaje a Inglaterra, como era su intención”.

El grupo original de cinco estudiantes aumentó a veinte estudiantes, provenientes de Douai, al año siguiente, incluyendo entre ellos a los futuros mártires, Robert Drury y Roger Filcock. Estos acontecimientos no pasaron inadvertidos en Inglaterra, aunque la primera noticia que se escuchó con respecto a ese suceso fue la proclamación de la reina Isabel I en 1591, denunciando explícitamente el trabajo de los sacerdotes y jesuitas de San Albano en Valladolid…

“El Rey de España, para seguir con sus aviesas intenciones contra Inglaterra, ha hecho un trato con el Cardenal Allen y con el Padre Persons para reunir a una multitud de jóvenes para establecer un seminario en Valladolid y en otras ciudades de España.”

Hacia 1592 el colegio se encontraba ya listo para recibir la visita del rey. Atrajo estudiantes de Douai, Rheims y St Omer, así como fondos de la nobleza española y de algunos exiliados de la aristocracia inglesa.

Desde San Albano, se establecieron más colegios ingleses como el de Sevilla (San Gregorio) en 1592 y el de Madrid (San Jorge) en 1610. Una vez terminada su formación los estudiantes de San Albano volvieron como sacerdotes a su país donde eran considerados traidores y estaban en continuo peligro de ser arrestados y ejecutados.

En 1593 el Padre Henry Walpole, uno de los fundadores del colegio, fue arrestado por el delito de ser sacerdote católico nada más llegar a Inglaterra. Fue llevado a la Torre de Londres donde fue torturado e interrogado antes de ser enviado a York para ser juzgado. Como se negó en rotundo a abjurar de su fe, fue ahorcado, asfixiado y descuartizado el 7 de abril de 1595 y se convirtió en el primer mártir del Colegio de los ingleses de Valladolid.

El ejemplo de los mártires atraía a muchos otros que deseaban imitar su comportamiento heroico.

En el siglo XVII, los pasillos de San Albano fueron decorados con los retratos de los estudiantes que habían seguido el ejemplo del Padre Walpole y fueron ejecutados.

  • San Henry Walpole
  • San Thomas Garnet
  • San John Roberts
  • San Ambrose Barlow
  • San John Plessington
  • San John Lloyd
  • Beato Marc Barkworth
  • Beato William Richardson
  • Beato Ralph Ashley
  • Beato Richard Reynolds
  • Beato Thomas Holland
  • Beato Ralph Corby
  • Beato Thomas Benstead
  • Beato Thomas Palaser
  • Beato Roger Filcock
  • Beato Robert Drury
  • Beato Roger Cadwallador
  • Beato William Southerne
  • Beato Thomas Bullacker
  • Beato Arthur Bell
  • Beato Edward Bamber
  • Beato Thomas Whittacher
  • Venerable Edward Morgan

Se produjo cierta tensión de calado nacionalista entre los rectores jesuitas españoles y los jesuitas ingleses en los primeros años del colegio. Algunos estudiantes se escaparon del régimen tan estricto que se imponía en San Albano y la amenaza de muerte que se cernía sobre ellos a su regreso a Inglaterra, y se unieron a los benedictinos de San Benito en Valladolid.

Ante el dilema que se planteaba sobre dónde irían a clase los estudiantes, el rey envió al Duque de Lerma para que advirtiera al colegio de que cerraría sus puertas si los seminaristas no hacían lo que se les decía.

Desde 1663 se decidió que sólo se admitirían estudiantes una vez cada siete años, para que cada grupo se mantuviera unido durante toda su formación, y esto fue así hasta entrado el siglo XVIII. Sin embargo, el colegio atravesaba una seria crisis económica, y cuando el Rey Carlos III expulsó a los jesuitas de España en 1767, solo quedaban dos estudiantes.

Un oficial de la corte acompañado por las tropas se hizo cargo de San Albano la noche del 2 de abril. En agosto, el Secretario del Santo Oficio de Valladolid se convirtió en el administrador del colegio. Sin embargo los Obispos católicos de Inglaterra escribieron al embajador de Londres para decirle que los tres colegios eran propiedad de la Iglesia Católica de Inglaterra.

El 26 de julio, el Obispo Richard Challoner, el vicario apostólico del Distrito de Londres, sugirió que era mejor que se mantuviera solo un colegio inglés en vez de tres, siendo Valladolid el elegido para permanecer abierto por tener mejor clima, mientras que Madrid y Sevilla cerraron, y pidió al rey establecer una pensión anual para Valladolid.

Carlos accedió diciendo que el clero de Inglaterra podría enviar a Valladolid 10 estudiantes de inmediato más un rector, y publicó un decreto real declarando que San Albano debería ser gobernado por un sacerdote secular inglés. El banco real pondría a disposición del colegio la suma de 10.000 pesos para costear su viaje. Desde esa fecha hasta hoy el rector es nombrado oficialmente por el rey y su nombramiento es publicado en el BOE.

El primer rector, desde 1768, fue el Padre Philip Mark Perry (1720-1774) quien trajo la estabilidad al colegio durante un período muy inestable políticamente en España. Sin embargo, muchos de los estudiantes de esa época decidieron no volver a su casa a Inglaterra, a pesar de que habían hecho “el juramento de la misión”, lo que significaba una promesa que había que cumplir. El Padre Perry también convenció al Colegio de los Escoceses de Madrid para que se trasladasen a Valladolid en 1771. Permanecieron en la ciudad hasta que se marcharon a Salamanca en 1988.

Desde 1775 a 1796 el colegio estuvo bajo el gobierno del Padre Joseph Shepherd mientras que en Inglaterra las cosas mejoraban para los católicos. El Rey Jorge III no llegó tan lejos como para conceder la igualdad a los católicos, pero fue mucho más tolerante y se pudieron establecer seminarios en el país. ¿Por qué razón, entonces, habría que mantener un colegio en Valladolid que costaba tanto y estaba tan lejos de casa?

Esta cuestión se convirtió en el centro del debate sobre todo cuando se abrió una brecha entre el colegio y la jerarquía inglesa. Después de la muerte del Padre Thomas Taylor en 1808 los obispos no enviaron a nadie para reemplazarlo.

Aunque el colegio casi estaba en bancarrota, España había sido invadida por Francia y el país estaba sumido en una gran crisis económica, ya había un número suficiente de profesores y obispos que estaban decididos a que el colegio no cerrara, aunque hubiera que vender casullas, plata y algunos libros para evitar la ruina financiera. Sin embargo la situación del colegio empeoró e incluso la visita del Rey Fernando VII en 1828 no ayudó mucho porque por España se extendía una ola de anticlericalismo. Hacia 1838 los obispos ingleses habían enviado a sus estudiantes a casa y al Padre James Standen como custodio de un colegio vacío, ya que nunca fue oficialmente nombrado rector.

El Padre Standen llegó a España después de un largo viaje desde el Colegio de Ushaw en Durham, sin poder hablar la lengua y sin conocer la cultura. Al principio la experiencia le resultó le descorazonadora, pero después se convenció de que el colegio era esencial si Inglaterra tenía que convertirse al catolicismo en su totalidad, y luchó con valentía para salvarla. Por la época en que su único estudiante, el Padre John Guest, le sucedió en 1846, el apoyo de la jerarquía inglesa se renovó, sobre todo gracias al Cardenal Wiseman y al Obispo (más tarde Cardenal) Vaughan, y 30 estudiantes volvieron a llenar los pasillos del colegio.

El Padre Guest comenzó a producir vino propio del colegio que se exportaba a Inglaterra para ser utilizado en el altar. Murió en 1878, el día que un nuevo grupo de estudiantes llegó anunciando un nuevo período de prosperidad para el colegio que duraría hasta el comienzo de la I Guerra Mundial en 1914. Monseñor Charles Allen (1878-1904), el Padre William Wookey (1904-1906) y el Padre Thomas Kennedy (1906-1911) se ocuparon de la modernización del colegio y se instaló en la institución gas y electricidad. Gracias a la situación de estabilidad política de España, el colegio volvió a su antiguo ser.

Monseñor Edwin Henson fue uno de los rectores que más años estuvo al frente del colegio, siendo nombrado rector en 1924, a la temprana edad de 28 años y continuando en su puesto durante la Guerra Civil y la II Guerra Mundial. El Colegio permaneció aislado durante el conflicto, y los viajes a Inglaterra eran una aventura imposible con la amenaza permanente de que el General Franco hiciera que España se uniera al lado alemán. Sin embargo, Monseñor Henson permaneció en el Colegio, con valentía, ocupándose de la ardua labor de catalogación de los libros del siglo XVI y XVII que se encontraban en la biblioteca grande.

En cuanto comenzaron las hostilidades las puertas del colegio se abrieron para dar la bienvenida a los primeros estudiantes en 1947 y se fue estableciendo gradualmente un curso de formación de seis años. Desde 1998 el colegio organiza el año propedéutico para aquellos que están decidiendo su vocación al sacerdocio, ofreciendo a los candidatos una base formativa antes de comenzar su formación oficial en un seminario mayor.

©2024 The Royal and Pontifical English College of St Alban
All rights reserved